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¿Por qué Arte en democracia?

¿Qué es la democracia? ¿Por qué la Unión Europea ha abrazado los valores democráticos? La Colección de Arte Contemporáneo del Parlamento Europeo incluye un número significativo de obras de arte que pueden ayudar a abordar estas cuestiones y permitirnos conocer cómo han interpretado la democracia los artistas visuales de distintos países del continente.

Las obras de arte seleccionadas pueden definirse como visiones críticas y personales de cada uno de los artistas representados, que han adoptado posiciones claras en favor de la defensa de la democracia a través de su producción. Son obras que contribuyen a una mayor sensibilización respecto a la necesidad de defender las libertades democráticas, y que señalan el deber de mantenernos alerta y participar en procesos tan decisivos como las elecciones europeas. En este contexto, nos recuerdan que los ciudadanos europeos también tienen un papel que desempeñar en la defensa de la democracia votando en las próximas elecciones europeas de junio de 2024. 

Además, la narrativa de la exposición tiene por objeto ofrecer perspectivas valiosas sobre aspectos clave para cualquier democracia saludable, como el respeto de sus reglas de juego y el necesario compromiso político de la sociedad. También sobre otras cuestiones pertinentes que plantean retos y ponen a prueba nuestros valores democráticos, como la relación entre los ciudadanos y las instituciones, el papel de los medios de comunicación a la hora de proporcionar información clara y fiable, los límites del poder de los Estados sobre la vida privada y las iniciativas de los ciudadanos, o los movimientos migratorios y transfronterizos.

Algunas tendencias importantes en el arte contemporáneo arrojan una mirada reflexiva y crítica sobre las realidades sociales y políticas del mundo moderno, a menudo con una dosis de ironía, sarcasmo, escepticismo o amargura. En este sentido, se caracterizan en gran medida por el compromiso intelectual, ético y, en algunos casos, abiertamente político asumido por tantos artistas en los siglos XX y XXI.

El arte puede adoptar a menudo una mirada crítica, capaz de penetrar y trascender las meras apariencias de nuestra vida cotidiana para revelar aspectos a menudo inadvertidos, poner de manifiesto verdades incómodas o suscitar interrogantes de orden ético e histórico. Se trata de un arte destinado a advertir y aconsejar, a comentar con lucidez y a provocar la reflexión.

El arte es una poderosa herramienta para comunicar y concienciar sobre los diferentes problemas, ya que ofrece expresiones distintas a las que permite el lenguaje escrito o verbal. El arte tiene la capacidad de emocionar y crear vínculos. Tiene la capacidad también de generar pensamientos e ideas, y puede ser el punto de partida para el diálogo cívico, para entablar conversaciones más profundas sobre lo que es importante para la comunidad, y para desbrozar el camino en medio de la polarización que rodea algunos temas.

En el panorama actual de las artes visuales hay tendencias con nombres como «artivismo», «arte comprometido», «arte comunitario», «arte ecológico», etc., que entienden la función del arte como arma de protesta, como expresión de cuestiones y problemas de naturaleza política, susceptibles, por tanto, de debate en los regímenes democráticos.

El arte se convierte entonces en un medio de comunicación y un instrumento político centrado en el cambio y la transformación de la sociedad, un lenguaje que va más allá de lo académico y lo museístico para entrar en otros ámbitos y llegar a un público más amplio. Esa fue una de las ambiciones que, con diferentes estrategias y objetivos, alentaron la irrupción de varias de las vanguardias artísticas del siglo XX, como el dadaísmo, el surrealismo o, más tarde, el arte conceptual.

No ha habido muchas iniciativas artísticas, articuladas en colectivos o movimientos, que hayan incorporado la palabra «democracia» en su denominación. En una ocasión, en 1974, se utilizó el término como parte del nombre de un colectivo artístico: «Artistas por la Democracia», que perseguía: «un objetivo claro y manifiesto: expresar su solidaridad con las luchas políticas internacionales. Las prácticas experimentales adoptadas por el grupo constituyeron no solo nuevas formas de hacer arte, sino también métodos alternativos para expresar el pensamiento político y manifestar actos políticos. […] Artistas por la Democracia ejercía la solidaridad como acto político creativo».

No debe olvidarse que las obras de arte que integran esta exposición, como otras muchas que figuran en colecciones y exposiciones de toda Europa, han nacido en gran parte de la posibilidad que las sociedades democráticas ofrecen a las personas de expresar libremente sus opiniones e ideas a través de diversos medios. Uno de estos canales de comunicación es el artístico, vinculado al desarrollo de la inteligencia y el pensamiento crítico, como reconoce el Parlamento Europeo:

«La promoción de la diversidad cultural europea y de la conciencia de sus raíces comunes se basa en la libertad de expresión artística, la capacidad y las competencias de los artistas y operadores culturales, la existencia de unos sectores de la cultura y la creación prósperos y resilientes en los ámbitos público y privado y su capacidad para crear, innovar y producir sus obras y distribuirlas a un público europeo amplio y diverso».

«Considerando que Europa presenta una enorme y rica diversidad cultural, social, lingüística y religiosa;que esta realidad hace fundamentales para el futuro de la Unión los valores comunes que vertebran nuestras sociedades, como la libertad, la justicia social, la igualdad y la no discriminación, la democracia, los derechos humanos, el Estado de Derecho, la tolerancia y la solidaridad; (…) Destaca la riqueza de la producción artística europea por lo que se refiere a la contribución a la diversidad cultural, así como su papel a la hora de divulgar los valores de la Unión Europea y desarrollar el espíritu crítico de los ciudadanos europeos […]».

1. Unión Europea. El proyecto de construcción europea. La democracia y sus reglas de juego

2. Compromiso cívico y político.

3. La relación de los ciudadanos con la administración pública y la justicia

4. Riesgos y peligros para la democracia.

5. Medios de comunicación de masas y democracia

6. Democracia y transformaciones urbanas

7. Democratización del arte