Alekos Fassianos nació en Atenas en 1935. El estilo del artista refleja la influencia intelectual de su madre, una apasionada filóloga, que animó a su hijo a comprometerse con la cultura de la antigua Grecia y la lengua francesa desde muy temprana edad. Fassianos, impulsado por esta enriquecedora educación, estudió violín en el Conservatorio de Atenas y al mismo tiempo se formó como pintor en la Escuela de Bellas Artes de 1956 a 1960 bajo la dirección de Yiánnis Móralis. En 1960, el francófilo Fassianos se trasladó a París para ampliar su educación, estudiando técnica litográfica en la École nationale supérieure des Beaux-Arts.
En París se mezcló con las figuras intelectuales de la época, y se convirtió en una fuerza creativa propia. Personalidades como Louis Aragon y Jean-Marie Drot comentaron y valoraron sus pinturas, y el teatro se convirtió en una parte importante de su práctica. Fassianos creó escenografías para instituciones de renombre y desarrolló un proyecto de teatro de sombras más privado, que finalmente se presentó en 1983 en el Centre Georges-Pompidou. En paralelo produjo numerosos libros de prestigio, muy apreciados actualmente por los coleccionistas. La adopción de Fassianos por parte de la capital francesa se selló y quedó ilustrada por el número de espectáculos organizados y exposiciones celebradas en París.
La obra de Fassianos también recibió un notable apoyo de su Atenas natal, con la exposición de varias de las creaciones del artista en sus calles. Una obra compuesta por dos murales monumentales, Le Mythe de mon quartier, adorna la estación de metro de Metaxourgeio; un enorme fresco constituye la pieza central del vestíbulo del Hotel Electra Metropolis; una escultura también se encuentra ante la entrada de la iglesia de Saint-Irène. Entre 1990 y 1995, Fassianos colaboró con el arquitecto Kyriakos Krokos en la remodelación de un edificio del decenio de1970 en el centro de la ciudad para convertirlo en un espacio híbrido deciado al alojamiento y la cultura que se convertiría en el museo Fassianos.
La devoción infantil del artista por su legado cultural se manifiesta en su obra. Los motivos arcaicos pueblan sus pinturas. Las figuras son planas, bidimensionales y en su mayoría vistas de perfil, como si hubieran sido sacadas de un ánfora o un jarrón antiguo y trasladadas a este nuevo escenario artístico. La estética arcaica se acentúa por el uso común del pintor de contornos de tonos claros (amarillo, naranja y blanco) que dan la impresión de que los dibujos fueron grabados en arcilla o terracota. Junto a estos perfiles se encuentran bestias mágicas, un sinfín de aves y vastos paisajes etéreos. Todos estos elementos construyen el mito moderno que define la pintura de Fassianos: el escape necesario de la prisión de la realidad.
Su corpus viajó por todo el mundo, con paradas en Atenas, París, Londres, Ginebra, Dubái, Rusia, Tokio, Nueva York, Sao Paulo, Estocolmo, Malmö, Venecia, Berlín y Melbourne. En 2009, Fassianos fue nombrado miembro honorario de la Academia de Bellas Artes de Rusia, pero es en Francia, su segundo hogar, donde más distinciones ha acumulado a lo largo de los años. En 1985 fue nombrado Chevalier des Arts et Lettres. Al año siguiente, fue condecorado como Officier des Arts et Lettres. En 2013 se convirtió en Officier de la légion d’honneur. Finalmente, en 2020, se le designó Commandeur de l’ordre des Arts et Lettres.
Fassianos falleció en enero de 2022.
