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Aligi SASSU


(1912 - 2000)

Aligi Sassu nació en Milán en 1912. En 1921 su familia se trasladó a Thiesi, en Cerdeña. La región dejará una huella imborrable en Sassu, que se impregnará de las vistas, los sonidos y los olores, una experiencia que también despertará su amor por los caballos.

A medida que su sensibilidad artística empezaba a desarrollarse, Sassu se interesó por el movimiento futurista; leía sus revistas y manifiestos y quedó fascinado por una exposición que su padre le llevó a ver en Cavo en 1919. Gracias a los contactos de su padre, Sassu pudo acercarse al movimiento y familiarizarse con las obras de Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Gaetano Previati, Giandante X (como se conocía a Dante Persico) y Giuseppe Gorgerino, todos los cuales le inspirarían de diferentes maneras. Los manifiestos se convertirían en la herramienta preferida de Sassu, y entre ellos destaca una obra sobre pintura —Dynamism and muscular reform— que publicó con su amigo Bruno Munari.

Sus primeras creaciones, a partir de finales de los años veinte, consistían en pequeñas pinturas que experimentaban con el color. Los temas estaban tomados del entorno inmediato de Sassu: ciclistas, mineros, obreros y boxeadores, lo que sentó las bases de su futura obra. En 1930, junto a Filiberto Sbardella, Giacomo Manzù, Nino Strada, Candido Grassi, Giuseppe Occhetti y Gino Pancheri, consiguió organizar su primera gran exposición en Milán.

En 1934 pasó una temporada de tres meses en París, donde afianzó su amor por el arte del siglo XIX y estudió las obras de grandes maestros como Matisse, Géricault, Cézanne y, sobre todo, Delacroix, cuyo uso atmosférico del color y su pasión por los temas animalistas aparecerían en la propia obra de Sassu. A su regreso a Italia, imbuido de un renovado vigor para el activismo social y político, Sassu formó el Grupo Rosso con Nino Franchina, Vittorio Della Porta y otros. Por desgracia, su retórica antifascista y sus simpatías antifranquistas hicieron que fuera perseguido por el Gobierno y, finalmente, acusado de conspiración contra el Estado italiano en abril de 1937, por lo que estuvo vigilado durante seis meses, período que, en un principio, se amplió a diez años. Fue indultado por Mussolini en 1938, pero seguiría estando vigilado, lo que limitó sus actividades artísticas. A pesar de estos sinsabores, pintó escenas míticas y comunes y en sus numerosos viajes conoció a personalidades como Picasso. Cada etapa de su viaje le brindó inspiración y oportunidades en abundancia, y Sassu no dejó de crear y exponer por el camino.

Sassu falleció el día de su cumpleaños, en el año 2000. Ese mismo año, sus obras de cerámica se expusieron en el Museo Internacional de Cerámica de Faenza, y posteriormente fueron trasladadas al Museo de Cerámica Manlio Trucco de Liguria y al Museo Cívico de Arte Contemporáneo de Albissola. Desde el año 2000, la ciudad de Besana, en Brianza, acoge la Asociación Cultural de Amigos de Aligi Sassu que, entre multitud de iniciativas, organizó la primera antología escultórica del artista en 2001, a la que siguió Picasso, Fontana, Sassu: Ceramic art from Albissola to Vallauris en 2003 y Cenacolo Verde: Cassinari, Migneco, Morlotti, Sassu and Treccani in Brianza en 2005. Ese mismo año, el presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, concedió a Sassu la Medalla de Oro de la República Italiana por los servicios prestados a la cultura y al arte, como reconocimiento a sus logros en el ámbito de la educación, la escuela, la universidad y la investigación y por la promoción de la cultura.

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