Andrés Nagel nació en San Sebastián en 1947. Estudió Arquitectura (se graduó en 1972) antes de dedicarse al arte, una disciplina en la que se formó de manera autodidacta. Experimentando como pintor, escultor y grabador, Nagel se ha convertido en uno de los artistas vascos contemporáneos con mayor reconocimiento internacional.
A pesar de sus gustos eclécticos alimentados por un continuo afán de viajar y descubrir, la figuración (o la figuración posmoderna como algunos la califican) ha sido un punto de encuentro en su pintura, su escultura y su grabado. Esta tendencia puede contextualizarse como una reacción que se opuso en los años sesenta y setenta a los estilos abstracto e informalista que predominaban entonces.
Desde el punto de vista temático, Nagel aborda sobre todo cuestiones sociales con un grado de sarcasmo e irreverencia que recuerda a la Nueva Figuración Madrileña, al tiempo que adopta influencias del arte pop (colores y temas urbanos), el surrealismo (enfoques chocantes y humorísticos) y el arte pobre (uso de materiales humildes y residuos). Su irreverencia ha hecho que algunas de sus obras suscitarán polémica: cuando murió Franco, el 20 de noviembre de 1975, una de las esculturas de Nagel tuvo que ser retirada de un escaparate, y en 1982 presentó otra obra controvertida en el Museo de Historia de Madrid, que fue rechazada por algunos pero que, sin embargo, permaneció expuesta.
En 1972 comenzó a experimentar con el grabado como miembro del Grupo Quince, en el que también participaban otros artistas vascos en el campo de la figuración desafiante. En este grupo conoció a Eduardo Chillida, que marcó su carrera.
Comenzó a exponer en 1968 en San Sebastián. En 1974 inauguró su primera exposición en la capital española, en la galería Iolas-Velasco y expuso ese mismo año en Bilbao en la galería Luzaro. Nagel comenzó a exponer su obra gráfica a partir de 1979, empezando por La Ciudadela de Pamplona.
La obra escultórica de Nagel ha generado controversia y debate. Se han instalado algunas de sus obras en espacios públicos de todo el mundo. En 1987 se instaló una gran escultura de acero del artista en una plaza de Barcelona. En 1991 se le encargó una escultura para el Hakone Open-Air Museum en Japón. En 2001 se expuso una de sus esculturas en los jardines del histórico Palais Royal de París, con motivo de la exposición «50 ans de sculpture espagnole» (50 años de escultura española), que posteriormente se ubicó en el parque de El Retiro de Madrid. En 2003 el artista inauguró una escultura de bronce de ocho metros en una plaza del municipio vizcaíno de Amorebieta-Echano, que se ha apodado popularmente «La patata». Esta obra originó un prolongado conflicto con el Ayuntamiento, que pretendía cambiarla de lugar alegando razones urbanísticas. Defensor a ultranza de la propiedad intelectual, Nagel consideraba que el cambio de ubicación desvirtuaría el monumento.
Las últimas exposiciones individuales de Nagel han tenido lugar en las siguientes galerías: 3 Punts Galeria, Barcelona (2004); galería Marlborough , Madrid (2003 – obra gráfica); Zornotza Aretoa, Amorebieta, España (2003); Tasende Gallery, La Jolla, California (2002); galería Colón XVI, Bilbao (2002); galería Moisés Pérez de Albéniz, Pamplona (2002); galería Antonia Puyó, Zaragoza (2002 – fotografía); galería Mácula, Santa Cruz de Tenerife (2002), y Galleria San Carlo, Milán (2001).
