Árpád Szenes nació en Budapest en 1897. Criado en un entorno privilegiado de artistas e intelectuales, el joven Szenes gozó de numerosas oportunidades para familiarizarse con el arte, sus encarnaciones (música, teatro, escultura, pinturas) y sus figuras. En su arte, se sirvió compulsivamente de estas raíces, y encontró inspiración en ellas. Incluso cuando fue reclutado para incorporarse al ejército en su juventud, siguió recurriendo a esas raíces junto a su amigo Boros-Bierman. Szenes enfermó de tuberculosis y se licenció del servicio militar antes de tiempo. En 1918 se matriculó en la Free Academy de Budapest, donde estudió bajo la dirección de Rippl-Rónai, un artista con numerosas conexiones de prestigio en la vanguardia parisina (Henri Matisse, Aristide Maillol, Albert Marquet, Pierre Bonnard, Édouard Vuillard) y que transmitió los logros de esta generación pionera. A partir de 1924, inspirado, pero desmotivado, Szenes se dejó llevar por la vida, viajando por Europa (Berlín, Múnich, Florencia, Roma y finalmente París) y educándose pasivamente en el proceso.
En 1928, en la capital francesa, frecuentó la Académie de la Grande Chaumière como alumno libre. Allí, en París, Szenes conoció a su futura esposa, Helena Vieira da Silva, con la que llegó a formar uno de los dúos artísticos más famosos del arte moderno, y se casaron dos años después. Inicialmente vivieron vez en «la Villa des Camélias» con Jules Pascin, Edgard Varèse y Kokoschka como vecinos. En 1931 se mudaron al «Atelier 17» y entablaron amistad con los pintores surrealistas Juan Miro y Max Ernst. Szenes imitó fundamentalmente el estilo de los maestros modernos en diversos talleres a lo largo de estos periodos.
En 1939, la pareja se mudó a Lisboa. En la capital portuguesa, en 1940, Szenes expuso por primera vez sus obras originales. Al igual que en París, la pareja se rodeó de intelectuales locales con el fin de cultivar su propio trabajo — un hábito que retomaron en Brasil cuando se mudaron allí más adelante, en la década de 1940. En 1944, su estudio inicial había atraído a más de 200 alumnos, lo que les obligó a abrir una segunda ubicación en Río. Las exposiciones en América del Norte y Latinoamérica marcaron el resto de la década (Museo de Bellas Artes de Río de Janeiro, MoMA de Nueva York, Art Institute of Chicago, Cincinnati Art Museum). Tras esta exitosa escapada transatlántica, la pareja regresó a París en 1947.
El regreso dio lugar a una transición formal, en concreto, con la creación de la serie Banquet. A partir de 1949, estas obras se expusieron en toda Europa y otras regiones, y se exhibieron en la Galería Jeanne Bucher de París, el Museo cantonal de Lausana y el Kunsthaus de Zúrich, en Milán y Copenhague, y en la Bienal de Sao Polo y el Guggenheim de Nueva York.
Un viaje posterior por Portugal y España en 1958 inspiró el desarrollo de motivos paisajísticos y el uso de colores terrosos y marítimos, y — a partir de 1960 — la evolución estratificada de lo que se denomina «la expansión vertical del horizonte». Con este cambio llegó la adopción de escalas y formatos superiores. En 1972, se expuso una completa retrospectiva de la obra del artista en los museos nacionales de Francia.
Szenes falleció en 1985. En su honor se constituyó en Lisboa una fundación que reúne una parte de sus obras.
