Skip to main content

Bernard LATUNER


(1942)

Bernard Latuner nació en Mulhouse en 1942. Estudió en la École des beaux-arts de Mulhouse, donde se especializó en grabado y litografía bajo las directrices de Léon Lang, y desarrolló un talento para documentar escenas de la vida cotidiana. Su trayectoria fue la habitual para un artista de la época: trabajar para seguir la trayectoria profesional establecida de exposiciones, galerías y muestras individuales.

Después de un paréntesis de dos años durante el cual se formó como paracaidista en su servicio militar, mayo de 1968 marcó un verdadero punto de inflexión personal y artístico para Lautner ya que fue entonces cuando recuperó su «libertad de pensamiento». Esta libertad también se manifestó en lo viajes que el artista realizó a Grecia, España, Turquía, Portugal, Estados Unidos e Italia.

Su producción artística en aquel momento se inspiró en lo industrial, alejándose de la abstracción temprana para inclinarse hacia formas de ilustración folklóricas y populares (con especial aprecio por los cómics europeos), y representando temas como fábricas y campos navales. También se aventuró en el mundo del cine con un corto de animación para la Office de Radiodiffusion Télévision Française y un vídeo con Robert Cahen para la exposición Parti sans laisser d’adresse.

En la década de 1980, Latuner dejó Mulhouse para instalarse en el campo, en Soppe-le-Haut, rodeado de pollos, gansos y conejos, ya que sentía la necesidad de reconectar con el medio ambiente. Para Latuner, la destrucción sistémica del planeta se convirtió en una fuente de ansiedad psicológica que se tradujo en su arte. Si inspiró en los retratos burgueses del siglo XIX para representar especies en peligro de extinción, cuyos rasgos marcados «dicen algo». Otra serie aborda la cuestión de los ecocidios, mostrando animales atrapados en los horrores de la construcción humana y como objeto de destrucción generada por el hombre — patos encarcelados por bulldozers, o un ciervo que requiere evacuación en helicóptero.

Sus más recientes museos de la naturaleza ofrecen una reflexión (en más de un sentido) sobre el medio ambiente, y del medio ambiente. Pequeñas cajas espejadas reflejan su entorno, mientras que, en su interior, contienen un campo caleidoscópico infinito de amapolas. Una propuesta ligeramente más poética que su trabajo sobre los ecocidios. Latuner es consciente de su enfoque desilusionado, y se describe a sí mismo como un «luchador pesimista» enfadado por tanta desfiguración natural, que solo puede mantener la esperanza de ser más poético.

A lo largo de su carrera ha expuesto en Mulhouse (1966, 1975, 1984, 2012, 2018, 2020), Biarritz (1966), Friburgo (1966), París (1975, 1979, 1980, 1981), Pont-à-Mousson (1980), Bâle (1982), Lyon (1983), Bruselas, Tel Aviv, Reims, Bourges y Ámsterdam.

Latuner reside y trabaja en Soppe-le-Haut.

Explorar la Colección

por procedencia geográfica

por artista