Boris Bućan nació en Zagreb en 1947. Estudió en la Escuela de Artes Aplicadas de Zagreb, la Academia de Bellas Artes de Liubliana y la Academia de Artes Plásticas de Zagreb, de la que se graduó en 1972. Como miembro de la generación de la «Nueva Práctica Artística», Bucán intentó potenciar el arte visual mediante el uso de tecnologías punteras. Esto le ha llevado a utilizar la fotografía, las Polaroids, las fotocopias, las películas, el vídeo y el diseño gráfico a lo largo de su carrera. Su obra técnica se ha orientado hacia la renuncia cultural y política de las redes de galerías y la evitación de la subyugación institucional mediante la apropiación de espacios públicos mediante intervenciones artísticas.
Sobre la base de estos antecedentes, Bućan ha desarrollado su propio lenguaje novedoso, entre la ironía del Pop Art y la crítica institucional de las prácticas conceptuales. La publicidad, en particular, ha inspirado su deseo de colonizar visualmente el espacio público y abandonar orgánicamente las galerías y las instituciones. Las intervenciones públicas han sido fundamentales para afianzar su reputación, como cuando pintó el pavimento de una calle del centro de Zagreb de color azul brillante, combinando la «inmediatez» de la performance con el aspecto lúdico del Pop Art, y funcionando al tiempo como un acto de rebelión. En su práctica gráfica, Bućan tomó prestados los logotipos y símbolos del consumismo capitalista (Coca-Cola, IBM, Swissair, BMW y muchos otros) y sustituyó sencillamente los nombres de las marcas por la palabra «arte». Este cambio básico, pero a su vez impactante, permitió cuestionar el propósito de ambas imágenes (la original y la artística), y opinar al mismo tiempo del sistema de galerías, que estaba convirtiendo progresivamente las obras de arte en «bienes» mercantiles. De este modo, Bućan acompañó y comentó -cabría decir que se burló- el giro capitalista tras la eclosión económica de Yugoslavia, y el lugar menguante y los papeles pervertidos del arte y la cultura en este modelo económico.
Bućan también ha sido un prolífico diseñador gráfico a lo largo de su carrera y ha concebido carteles y otros materiales de comunicación para teatros (incluido El pájaro de fuego de Igor Stravinsky en el Teatro Nacional de Croacia en Split), la radio y la televisión croatas e, irónicamente, galerías de arte. Al participar en el consumismo cultural de masas, Bućan se ha situado en una posición mejor para alterarlo. Su talento para la elaboración de imágenes ha generado enorme interés y reconocimiento. El cartel de El pájaro de fuego, por ejemplo, fue elegido como portada del catálogo de la exposición The Power of the Poster en el Victoria & Albert Museum de Londres en 1998. Los carteles también constituyeron la presentación de Bućan en la Bienal de Venecia de 1984, en la que representó a Yugoslavia.
Bućan reside y trabaja en Zagreb.
