Brigitte Kowanz nació en 1957 en Viena. Estudió en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena de 1975 a 1980. Desde 1997 hasta su fallecimiento en 2022 ocupó una cátedra en esta institución.
El descubrimiento de sus preferencias artísticas y el posterior desarrollo de su estilo único y personal se produjeron poco después de la graduación. Desde el inicio de su trayectoria, Kowanz se centró en la investigación del espacio y la luz. En la década de 1980, tal investigación se concretó en la producción de imágenes impresas y en pantallas con pigmentos fosforescentes y fluorescentes (en colaboración con Franz Graf). A mediados de ese mismo decenio, con arreglo a un deseo de mayor materialidad (y, por tanto, espacialidad), la artista empleó botellas como recipientes para la luz, en forma de lámparas, además de pintura fluorescente. Complejidad simplificada.
Kowanz no se limitó a utilizar la luz como material, sino que la exploró como un tema independiente. La velocidad de la luz, por ejemplo, se documenta numéricamente en diversas instalaciones y piezas murales. Este enfoque matemático complementa su interés lingüístico, que la ha llevado a trabajar con el lenguaje y la escritura y su traducción en códigos. El alfabeto morse (basado en combinaciones simples de puntos y guiones), los lenguajes de codificación y el código binario son herramientas y universos que la artista exploró.
Más recientemente, la transparencia y la refracción, mediante el uso de espejos de vidrio, han cobrado una creciente importancia en el trabajo de Kowanz. Estos elementos han dado lugar a una superposición diversa de lo virtual y lo real en sus objetos tridimensionales. El reflejo mutuo de la luz, el lenguaje y el espejo (Rainer Fuchs) produce espacios híbridos cuyos límites parecen estar claramente definidos en un determinado momento, pero desaparecen de nuevo al instante siguiente. El espacio real y la reflexión virtual se compenetran, y los límites entre la obra de arte y el observador devienen fluidos.
Entre sus exposiciones más recientes destacan: 2020, Lost under the Surface, Museum Haus Konstruktiv, Zúrich, CH; 2019, Matter of Reflection, Häusler Contemporary, Zúrich, CH; 2019, Sichtlinien des Möglichen, Galerie der DG, Múnich, DE; 2018, Deutscher Lichtkunstpreis, Kunstmuseum Celle, DE; 2017, Pabellón de Austria (junto a Erwin Wurm), 57. Biennale di Venezia, IT; 2017, Codes and Cables, Häusler Contemporary, Munich, DE; 2016, Keep at it, Häusler Contemporary, Lustenau, AT; 2015, Die Wiederkehr des endlos veränderten Selben, ArtBox im MQ Haupthof, Viena, AT; 2014, Dots and Dashes, Häusler Contemporary, Zúrich, CH; 2014, Spaces of Flow, Fernwärme Foyer – Wien Energie, Viena, AT; 2013, Transmissions (mit Mariano Sardon), Bryce Wolkowitz Gallery, Nueva York, Estados Unidos; 2012, In light of light, Galerie im Taxispalais, Innsbruck, AT; 2012, What Next, Häusler Contemporary, Múnich, DE; 2011, Borusan Contemporary, Estambul, TR; 2011, Studio d’Arte Contemporanea Pino Casagrande, Roma, IT; 2011, Bryce Wolkowitz Gallery, Nueva York, Estados Unidos; 2011, Galerie im Taxispalais, Innsbruck, AT; 2010, Now I See: Sprache des Lichts, mumok, Viena, AT; entre muchas otras.
A lo largo de su carrera, Kowanz ha sido galardonada con el Premio de la Bienal de El Cairo (2019); the Light Art Award alemán (2018); el Niederösterreichischer Kulturpreis – Premio honorífico
(2015); el Gran Premio Estatal de las Artes Visuales de Austria (2009); el Premio de las Artes Visuales de Austria (1996); el Premio de la Ciudad de Viena a las Artes Visuales (1991); y el Premio Otto Mauer (1989).
Kowanz falleció en 2022.