Christos Karas nació en Trikala en 1930. Tras una estancia concluida anticipadamente en la Universidad Panteion entre 1948 y 1950, Karas se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Atenas, donde estudió, como muchos de sus colegas, bajo la dirección de Yannis Moralis y Yannis Pappas entre 1951 y 1955. Gracias a una beca estatal, se trasladó a París, donde estudió pintura mural en la École nationale supérieure des Beaux-Arts de 1957 a 1960. Durante su estancia en la Ciudad de la Luz, viajó a los países vecinos de Bélgica, Países Bajos, España, Italia y Gran Bretaña, asimilando sus respectivas prácticas de arte contemporáneo.
Sin embargo, fue en Atenas donde se llevó a cabo su primera exposición en solitario, en la Galería Zygos en 1961. Dos años después, París acogió su trabajo en la Bienal de la capital francesa celebrada en 1963. En aquella época, sus esfuerzos se centraron fundamentalmente en la revitalización de la pintura griega, lo que dio lugar a la fundación del Grupo Sección en 1967, y de «La Liga de los Artistas».
También tuvo una importante presencia en exposiciones colectivas internacionales, como la 3.ª Bienal Juvenil de París (1963), la 7.ª Bienal de Alejandría (1965), la Bienal de Sao Paulo (1967), la Bienal de Venecia (1984), y la 4.ª Bienal de Grabado Europeo, en Baden-Baden (1985). Otras muestras relevantes de su obra tuvieron lugar en la Bienal de París y en el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Atenas. Karas ha expuesto con Alekos Fassianos y Achilleas Christides, y sus obras de arte forman parte de cinco colecciones de museos, incluido el Museo Macedonio de Arte Contemporáneo de Salónica y el Centro Municipal de Arte de Nicosia.
Diez años después de su estancia en Francia, una nueva beca de la Fundación Ford le llevó a Nueva York, donde trabajó entre 1973 y 1975, antes de viajar por Estados Unidos y Canadá.
Artísticamente, sus primeros collages dieron lugar a obras figurativas de carácter expresionista y surrealista y, posteriormente, a composiciones en las que los elementos de la realidad objetiva se muestran de manera poética. Fue una evolución natural a partir de etapas anteriores de su trabajo, e hizo especial hincapié en el papel del dibujo.
La isla de Hydra, que comenzó a visitar en 1948 cuando aún era estudiante, ocupa un lugar importante en la práctica de Karas, convirtiéndose en un destino vacacional anual a partir de la década de 1950. Como reconocimiento de este vínculo inspirador entre el artista, su obra y la isla, se organizó una retrospectiva de su corpus en el Museo del Archivo Histórico de Hydra. El evento coincidió con la creación de la Fundación Christos Karas – Hydra, cuyo objetivo es preservar y exponer las obras del propio Karas y de otros artistas.
