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Enrico PAULUCCI


(1999)

Enrico Paulucci nació en Génova en 1901. Cuando su familia se trasladó a Turín, Paulucci estudió Clásicas, pero en realidad se licenció en Derecho y Economía. Sin embargo, desde muy joven desarrolló su aptitud para el arte, y la cultivó durante toda su adolescencia, siguiendo un camino más creativo. Ya en la universidad comenzó a participar en exposiciones locales, aunque actuaba al margen del movimiento futurista local.

Este interés paralelo lo llevó a frecuentar la élite cultural de Turín hacia 1927 y 1928 y a forjar amistades duraderas con personajes como Felice Casorati, Lionello Venturi y Edoardo Persico. En 1928 viajó a París para ampliar su conocimiento de la pintura francesa desde el impresionismo en adelante, y conoció la obra de Pablo Picasso, Henri Matisse, Raoul Dufy y Georges Braque. Al año siguiente, de regreso a Turín, cofundó un sexteto pictórico turinés dedicado a la exploración de vías continentales de expresión moderna en un clima de creciente nacionalismo. Su colectivo, creado junto con sus colegas Gigi Chessa, Carlo Levi, Nicola Galante, Francesco Menzio y Jessie Boswell, recibió el apoyo de artistas como Venturi y Persico.

A finales de los años treinta, se dirigió a las nuevas generaciones con dos proyectos de gran importancia: la creación y dirección del Centro de Artes de Turín, que presentaba exposiciones de artistas menos conocidos (1938), y la carrera docente (1939). En esta última actividad abandonó el rigor académico tradicional y adoptó consideraciones más contemporáneas. Durante los últimos compases de la Segunda Guerra Mundial, Paulucci se vio obligado a trasladarse a Rapallo, ya que su estudio en Turín había quedado totalmente destruido. Cuando acabó la guerra, regresó a Turín y, de forma progresiva, retomó su práctica artística. Su exposición Barche, en la Galleria La Bussola, fue el resultado de este replanteamiento.

Resulta curioso constatar que, a pesar de su filosofía vanguardista sobre la enseñanza, Paulucci era relativamente tradicional en su elección de temas. Se le recuerda como una de las figuras más destacadas de la pintura paisajista de Liguria del siglo XX. Otros temas recurrentes en su obra son las figuras, las marinas y los bodegones. También en el plano técnico, la tradición se manifiesta en el uso del óleo y la aguada. Además de la pintura y el grabado, Paulucci se dedicó a la ilustración publicitaria y a la escenografía teatral y cinematográfica, sobre todo con Mario Soldati, Carlo Levi, Alessandro Blasetti, Alberto Moravia, Gianfranco de Bosio, Francesco Pavolini y Giorgio Strehler.

La contribución de Paulucci al arte contemporáneo ha obtenido reconocimiento con varios premios: la segunda Cuadrienal de Roma (1935); el Premio de Arte Sestri Levante (1952); el Premio Michetti (1958); el Premio Villa San Giovanni; el Premio Pannunzio de Turín (1993); la Medalla de Oro al Mérito de la Cultura y el Arte del Presidente de la República (1994); y el Premio Cesare Pavese (1995).

Paulucci falleció en 1999. En la actualidad, su apartamento alberga un archivo —conservado por Federico Riccio— que documenta la experiencia artística del pintor. Diez años después de su fallecimiento, la Institución de Servicios Culturales del municipio de La Spezia organizó una exposición monográfica en homenaje al artista, en colaboración con el Archivo Paulucci de Turín y la Asociación Cultural Lerici Pea.

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