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Fabrizio CLERICI


(1993)

Fabrizio Clerici nació en Milán en 1913. A la edad de siete años se trasladó con su familia a la capital italiana, y fue allí donde estudiaría arquitectura, hasta graduarse en la Escuela Superior de Arquitectura en 1937. La ciudad, verdadero museo abierto, fue una fuente constante de aprendizaje e inspiración, en especial los edificios renacentistas y barrocos. Roma también le ofreció oportunidades, como las conferencias de Le Corbusier y un encuentro con Alberto Savinio, que lo inició en el surrealismo. Clerici regresó a Milán a finales de los años treinta.

La década siguiente fue muy prolífica. En 1943 Clerici organizó su primera exposición individual en la Galería de Arte Cairola de Milán, donde exhibió dibujos, acuarelas, litografías y grabados. En 1947 se introdujo en el mundo de la escenografía, trabajando en una producción de La profesión de la señora Warren, de George Bernard Shaw. Este experimento representaría el comienzo de una larga carrera en el teatro, el ballet y la ópera. En 1947 conoció a Lucio Fontana y colaboró con él en un proyecto arquitectónico. En 1948 expuso su obra en la primera Bienal de Venecia, donde conoció a Salvador Dalí y buscó contactos para su actividad de diseñador. A finales de la década, Clerici también ilustró sus primeros libros, entre ellos Bestiario, de Leoncillo Leonardi, y The Late Mattia Pascal, de Pirandello.

Clerici regresó a Roma a finales de los años cuarenta. Su decisión de establecerse en la capital coincidió con el apetito por la investigación metafísica, como los estudios científicos de Athanasius Kircher, las anamorfosis de Erhard Schön y las teorías de la perspectiva óptica del padre Jean-François Niceron. También aprovechó innumerables oportunidades tanto en su calidad de artista, exponiendo su obra en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y en el Instituto Carnegie de Pittsburgh, como en su faceta de escenógrafo. En los años cincuenta viajó mucho, sobre todo a Oriente Medio. Esos viajes inspirarían un nuevo abanico de motivos y series, entre ellos el ciclo Templi dell’uovo (pinturas al temple que representan temas arqueológicos mitologizados) y los espejismos. Algunos de ellos se expusieron ya en la Bienal de Venecia de 1956. En la segunda mitad de los años cincuenta, la arqueología sería una fuente de inspiración permanente para el artista, que descontextualizaba objetos de la vida cotidiana y los presentaba como objetos de interés cultural o histórico recuperados.

Los años setenta se caracterizaron por dos grandes trabajos: una serie inspirada en sus viajes a Egipto, titulada Theban Variations, y una serie de pinturas y dibujos inspirados en el célebre cuadro de Arnold Böcklin La isla de los muertos.

El reconocimiento de la obra de Clerici cristalizó en los años ochenta y noventa, principalmente a través de retrospectivas en la Galería Cívica de Arte Moderno del Palazzo dei Diamanti de Ferrara (1983), el Palazzo Reale de Caserta (1987) y la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma.

Clerici murió en Roma en 1993. Tras su fallecimiento, su alumno Eros Renzetti ha creado y comisariado el Archivo Fabrizio Clerici, en cumplimiento de los deseos del difunto artista.

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