Giulio Turcato nació en Mantua en 1912. Estudió arte en Venecia, donde asistió a la escuela superior de arte local y a la escuela de arte del desnudo. Tras pasar breves períodos en Palermo y Milán, donde trabajó en el estudio de arquitectura de Giovanni Muzio, en 1943 se instaló en Roma. En la capital italiana frecuentó la Osteria Fratelli Menghi, reconocido punto de encuentro de pintores, directores, guionistas, escritores y poetas entre los años cuarenta y setenta. Junto con sus colegas Emilio Vedova y Toti Scialoja, Turcato empezó a exponer sus obras en la capital italiana.
Pasó un período en la resistencia italiana durante la Segunda Guerra Mundial, tras lo cual se trasladó a París en 1946 para estudiar las vanguardias, incluidas las obras de Kandinsky y Picasso. Estimulado por su entorno, firmó el manifiesto Forma I en 1947 y se unió al grupo Fronte Nuovo delle Arti, con el que expuso en la Bienal de Venecia de 1948. Sin embargo, las desavenencias ideológicas y el rechazo al realismo social acabaron por hacer que Turcato tomara otro rumbo. En 1952, convencido de que el arte y la política no podían conciliarse, se unió al Grupo de los Ocho junto a Afro Basaldella, Renato Birolli, Antonio Corpora, Giuseppe Santomaso, Ennio Morlotti, Emilio Vedova y Mattia Moreni.
En su propia evolución artística, Turcato se orientó hacia la violencia simbólica, equilibrada con un uso monocromo de los colores, que parecían fluir lentamente del lienzo, y el uso de materiales básicos como la arena y el caucho. Pero la formalidad geométrica fue dejando paso a los trazos gestuales y desprovistos de forma. Los temas políticos se abandonaron en favor de las influencias regionales y espirituales, principalmente el zen. La influencia del expresionismo abstracto estadounidense también se manifestó en su elección de lienzos de mayor tamaño.
En los años sesenta, su obra comenzó a tomar una forma diferente, con una mezcla de collages y detalles pintados que recordaban las creaciones surrealistas de treinta años antes. También en este caso, su escala no haría sino crecer en ambición con el paso del tiempo.
Turcato expuso en la Bienal de Venecia con frecuencia: en 1948, 1954, 1956, 1958, 1966, 1968, 1972, 1982, 1986, 1988, 1993 y 1995. Otras exposiciones destacadas fueron la National Review of Figurative Arts en la quinta Cuadrienal de Roma (1948), Peintures italiennes d’aujourd’hui, una exposición itinerante por Oriente Medio y África del Norte (1963-1964) y una retrospectiva en la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma (1987). También expuso en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, el Pabellón de Arte Contemporáneo de Milán, la Galería Estatal de Arte Moderno de Múnich, el Museo del Ateneo de Ginebra y el Museo de Arte de Filadelfia, entre otros.
A lo largo de su carrera recibió varios premios, entre ellos el primer premio del Golfo de La Spezia (1951), el premio de compra de la primera edición del Premio de Spoleto (1953) y el Premio del Primer Ministro.