Inka Kivalo nació en Helsinki en 1956. Inicialmente estudió fotografía, pero se sintió desconectada de su práctica y decidió dedicarse a los textiles, formándose en esta disciplina en la Universidad de Arte y Diseño de Helsinki, y graduándose en 1985. Paralelamente, desarrolló una práctica pictórica que aplica de manera consciente en su diseño textil. Con esta combinación singular consiguió acceder a diversos puestos en el ámbito industrial, como el de diseñadora para Marimekko, que ocupó desde sus días como estudiante hasta 1990. En Marimekko realizó instalaciones textiles y colecciones de ropa.
Sirviéndose de su talento y su experiencia profesional, impartió clases durante varios años en su alma mater, la Universidad de Helsinki. Entre los cursos que impartió en el laboratorio de oficios experimentales se cuentan los de tejido, introducción al diseño y planificación medioambiental. Como profesora, salvó la brecha entre el arte y la industria, incidiendo entre sus alumnos en la importancia de la artesanía en sus clases sobre diseño industrial. La belleza y el placer de lo hecho a mano es una constante de su carrera.
Tal vez esto explica por qué usa principalmente un telar del siglo XVIII para producir sus creaciones polimórficas. El color en estas obras posee una potencia estructural, ya que Kivalo crea principalmente a partir de la memoria, sin plantillas. Incluso produce sus propios hilos tintados, mezclando literalmente material y color. En sus propias palabras: «Me convertí en artista textil, porque los textiles aportan a los colores una luminosidad más suave y hacen la vida más bella. El tejido es una práctica que requiere concentración y paciencia, pero también tiene que ver con el juego y la alegría, ya que lo más importante no es el tejido en sí sino la visión. Baso mi creación en mi persona. Me reflejo a mí misma y es así como me sumerjo en mi trabajo».
Artísticamente, los encargos a gran escala que exhiben su singular capacidad técnica han marcado su carrera, como un panel textil titulado Red Madonna para el Ministerio de Asuntos Sociales y Médicos finlandés en 1989, o un fresco mural para el centro de educación de la iglesia de Järvenpää al año siguiente, tapices religiosos para las iglesias de Lintuvaara y Espoo o paneles decorativos para un hogar de ancianos de Helsinki, el Instituto de Helsinki en Estocolmo.
Entre sus principales exposiciones y distinciones figuran: la 10ª trienal de tapices en Lodz, 2001; Fiberscapes, Embajada finlandesa de Washington DC, 2002; Fiberscapes, ayuntamiento de Ottawa, 2003; Sustainable Design from Finland, Foro sobre Diseño, Helsinki, 2013; Inka Kivalo – KUDOS, gobeliineja ja veistoksia, Galleria Katariina, Helsinki, 2014; Tree Textile Artists, Becker Gallery, Jyväskylä, 2017: Inka Kivalo – Personae, Gobelins y esculturas textiles, Alvar AaltoMuseum, Jyväskylä; 2020.
En 2000, Kivalo fue nombrada Artista Textil Finlandés del Año por TEXO, una asociación de diseñadores textiles finlandeses. En 2018 recibió el Premio Maire Gullichsen de la Fundación Alvar Aalto. En 2019 obtuvo el Premio de la Fundación Fokus Borås al textil nórdico.
