José de Guimarães nació en 1939 en Guimarães. Estudió arte en paralelo a su carrera en Ingeniería en la Academia Militar y en la Universidad Técnica de Lisboa (1957). Recibió cursos de pintura de la mano de Teresa Sousa y Gil Teixeira Lopes antes de ingresar en la Sociedad Cooperativa de Grabadores Portugueses, donde estudió grabado.
Entre 1961 y 1966, De Guimarães viajó por Europa educándose en el arte europeo y en sus maestros, especialmente Rubens. El artista también pasó siete años en Angola (1967-1974) de servicio militar, época en la que adquirió interés por la etnografía y el arte africanos. Posteriores viajes a México, Japón y China aumentaron su conocimiento e interés por las tradiciones artísticas de estas culturas.
José de Guimarães, inspirándose en sus viajes y en el pasado imperial de su Portugal natal, trató de acercar las culturas de África y Europa. La estética del arte pop y las tendencias del nuevo realismo evidentes en sus primeras obras fueron rápidamente reemplazadas por formas y acabados más primitivamente expresivos, buscando desarrollar un rico intercambio cultural entre varios continentes a lo largo del siglo XX. Este ímpetu es típico de este siglo, cuando el arte africano ayudó a los artistas europeos a superar los límites de la representación mimética, simplificando sus formas y estructura, especialmente en la escultura.
Su difusión internacional puede dividirse en varias fases. A partir de 1989, expuso en Japón y participó en proyectos de carácter público en Tokio, Kushiro, Tsumari y Naoshima. A partir de 1993, varios viajes a México enraizaron su trabajo en este país y enriquecieron su investigación sobre el arte precolombino. El año 1998 marcó el comienzo de su obra en China, con viajes de prospección y exposiciones en Hong Kong, Macao y Beijing.
Con su formación en ingeniería, su visión de artista, su metodología antropológica y su pasión por el coleccionismo, José de Guimarães ha creado una obra única, personal y sincrética, así como una ambiciosa colección multicultural. De hecho, se necesita un almacén de 6 000 m² para almacenar sus 5 000 obras africanas, 300 obras precolombinas y 1 000 objetos antiguos chinos. La filosofía que subyace a su prodigiosa colección se fundamenta en el intercambio, el entendimiento, el respeto y el reconocimiento.
Entre las numerosas exposiciones dedicadas a su obra, una de las retrospectivas más ambiciosas fue organizada por la Wurst Collection, que posee más de 300 obras de Guimarães.
Como importante figura local del ámbito cultural, el artista se implicó a fondo con el papel su ciudad (Guimarães) como Capital Europea de la Cultura. Para conmemorar esta ocasión, fundó el Centro Internacional das Artes José de Guimarães (CIAJG), y recibió un reconocimiento por parte de la Casa de la Moneda de Portugal (Imprensa Nacional – Casa da Moeda), que acuñó una moneda conmemorativa diseñada por él mismo.
