József Burkus nació en Bükkszentlászló en 1957. El artista se dedicó a varias disciplinas académicas, se graduó en el Földes Ferenc Grammar School (1975) y obtuvo su título de profesor de arte y biología (Nyíregyháza, 1982), al tiempo que se interesó asimismo por la técnica del esmaltado a fuego (en Nyírbátor). Su formación artística precedió a la consecución de todos estos títulos, como estudiante bajo la dirección de Gyula Hincz en la Escuela Libre de Zebegény cuando aún era un adolescente (1973). Tras su primera exposición obtuvo una visibilidad no deseada que daría lugar a la censura de su segunda exposición por el Gobierno. Esas tensiones políticas explican quizás la tendencia de Burkus a trasladarse, viajar y prosperar como nómada artístico.
De hecho, en 1990 se mudó a Budapest y dos años más tarde a Suiza, donde disfrutaría de un éxito y un apoyo considerables. Deseoso de promover a los artistas locales de su entorno, Burkus fundó en Zúrich-Hagen la galería Barke, un espacio que ofrece oportunidades para que futuros talentos expongan su obra.
En 1996 cruzó el Atlántico y se instaló en Boca Ratón (Florida), antes de mudarse a Nueva York gracias al interés del mercado de arte contemporáneo estadounidense. Acabó cerrando el círculo con su regreso a Budapest en 1999 por motivos personales.
Burkus se siente cómodo en varios estilos y, aunque se le describe fundamentalmente como hiperrealista, su estética nunca renuncia a su naturaleza etérea. Un elemento básico de su técnica es el craquelado, un rasgo rico en significado poético. Arrugas, fracturas temporales, deterioro; todos estos elementos se invocan en el delicado uso de los materiales por parte del artista.
El trabajo de Burkus ha sido objeto de exposiciones en todos los destinos que ha visitado o en los que se ha instalado, así como de dos monografías: Határtalan (Sin límites), de Balázs Feledy en 2001, y Rejtőzködő neovénuszok (Nuevas venuses ocultas) de Zoltán Kálmán Fejér, en 2011.
