Károly Elekes nació en Cristuru Secuiesc/Székelykeresztúr en 1951. Procedente de una región rural, un momento importante en su desarrollo artístico se produjo cuando, a los 14 años, su hermano mayor -que acabaría ejerciendo como periodista- le regaló al joven Károly su primera cámara. Armado con esta primera herramienta, el futuro artista formaría su mirada. Un año después, se matriculó en la Escuela Secundaria de Música y Bellas Artes de Târgu Mureş/Marosvásárhely, y encontró sus primeros maestros e influencias, como Pál Nagy.
Producto del Instituto de Bellas Artes Ion Andreescu (actualmente, la Universidad de Arte y Diseño) en Cluj-Napoca/Kolozsvár (1971-1975), el artista es venerado por el apoyo que prestó a la escena artística rumana mediante sus aportaciones al MAMŰ Atelier (1979-1984). La asociación, cuya actividad giraba fundamentalmente en torno a la galería Apollo y el teatro Studio, ayudó a artistas que huyeron de Rumanía a Hungría (un viaje que el propio Elekes emprendió en 1984). El caso es que, enfrentada a un clima represivo que prohibía la expresión individual y libre, MAMŰ acabó disolviéndose con una estridente «ceremonia de autoliquidación» en septiembre de 1983.
Liberado en varios sentidos tras la disolución del grupo y su posterior traslado a Hungría, Elekes viajó (Italia, Estados Unidos), creó, colaboró y fundó un nuevo colectivo, el Grupo Pantenon (1990-1993), junto a Árpád Nagy y Sándor Krizbai. Este periodo marcó el inicio de su reconocimiento cultural, y en él recibió sus primeros encargos de proyectos y galardones, como el Premio Munkácsy en 1997.
Los años del MAMŰ fueron de formación. Elekes adoptó una mentalidad vanguardista con un enfoque postmodernista, y definió su estilo inspirándose en las lecciones estéticas de sus predecesores. Surrealismo, conceptualismo, arte pop, abstracción y una inclinación por el paisaje se abren paso en la producción del artista. Siendo consciente de la reproducción del arte en la naturaleza y viceversa, el artista se esforzó inicialmente en impulsar el Land Art como un medio de diálogo y colaboración, iniciativa que le permitió viajar extensamente y desarrollar una gran red de contactos. A pesar de que su relación con la naturaleza ha madurado en su obra, sigue siendo un rasgo fundamental de su corpus. Sus obras posteriores buscan renovar, mediante alteraciones personales, imágenes artísticas consolidadas o piezas desconocidas de pintores aficionados para liberarlas de la prisión de las instituciones museísticas y del anonimato, en el que la mayoría de las obras «se mueren».
