Lucio Fanti nació en Bolonia en 1945. Aunque nació en Italia, se formó en Londres y se instaló en París en 1965. Enseguida comenzó a exponer su obra en la capital francesa, participando en el Salon de la Jeune Peinture, junto a otros miembros del movimiento «Figuración narrativa», unidos desde la crítica y la estética por el concepto formulado por el crítico Gérald Gassiot-Talabot.
Con un toque de humor mágico, Fanti ha propiciado que narrativas aparentemente heterogéneas coexistan en su arte. En sus primeros trabajos, secuestró el imaginario soviético para denunciar la hipocresía del movimiento. Más tarde, las figuras de tragedia y poesía de Mayakovski comenzaron a impregnar el arte de Fanti, al igual que el tema atemporal de la naturaleza. A pesar de estas fuentes de interés e inspiración diversas, la estética de Fanti se caracteriza por elementos estilísticos personales inconscientes que proporcionan a su obra una trayectoria coherente.
Su arte ha recorrido el mundo a través de exposiciones individuales en París, Roma, Milán y Venecia, Nîmes, Grenoble, Le Cailar y Budapest. Una ambiciosa doble retrospectiva de la obra de Fanti tuvo lugar en el Musée Estrine de Saint-Rémy-de-Provence en 2011, que reunió sus obras artísticas y teatrales.
Como sugiere la retrospectiva de 2011, una actividad artística fundamental complementaria de la pintura de Fanti es su creación de escenografías teatrales de renombre. Fanti ha colaborado con los mejores directores de su época: Jean-Pierre Vincent, Jean Jourdheuil, Ermanno Olmi, Klaus Michael Grüber, Bernard Sobel, Luc Bondy y Peter Stein. Su colaboración con este último le valió el premio Laurence Olivier a la mejor escenografía del año en 1986. Teatros de París, Berlín, Bruselas, Salzburgo, Lyon, Cardiff, Barcelona, Bérgamo y Londres han recibido escenografías y diseños de Fanti.
