Michel Krieger nació en Obernai en 1944. Tomó clases nocturnas en la École supérieure des arts décoratifs de Estrasburgo, donde residió desde 1976. Aunque procuró desarrollar el ciclo normal de la enseñanza artística, su incorporación a la escuela se consideró incompatible con su situación como persona con discapacidad en una silla de ruedas. Sin embargo, continuó su formación pictórica como autodidacta. Desarrolló un estilo de pintura decididamente figurativo (también calificado como figuración «nueva», «narrativa» o «crítica»). El cuerpo humano, aun permanentemente ausente, ocupa un lugar especial en su obra. «El tema del cuerpo […] nunca se ve ni se materializa en mi obra», explica Kreieger, «lo sugiere un entorno material, una especie de capullo que secretamos como una segunda piel, como un nuevo límite de protección […] En los temas que abordo habitualmente, [uno siempre encuentra] esta decoración recurrente de la banalidad cotidiana, que se distingue por la ausencia de líneas oblicuas, con una yuxtaposición de planos sucesivos, la ausencia del suelo, con el tiempo, el detalle de un elemento congelado».
Sin dejar nunca de pintar, Krieger dedicó más de diez años de su vida a una acción política militante en un nivel comparable al de sus empeños artísticos. Ejerció como concejal municipal y comunitario de Estrasburgo entre 1989 y 2001, periodo en el que se ocupó del lugar del arte en la ciudad y, más concretamente, del establecimiento de obras de arte contemporáneo en el espacio público. Entre 1991 y 2001 estuvo al frente de la gestión de diversos encargos públicos junto al alcalde de Estrasburgo. Durante este periodo, inició un método de reflexión sobre el arte y la ciudad, supervisando el trabajo de los comités de expertos encargados del diseño artístico del primer sistema tranviario de Estrasburgo. El desempeño de este cargo dio lugar a dos proyectos: Écrire les frontières, le Pont de l’Europe y Jardin des deux rives, este último inaugurado en 2004.
Desde 1975, Krieger ha participado en exposiciones colectivas en el Institut français de Florencia; la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de París en 1979 y 1980; en Estrasburgo en 1980, 1981 y 1983; en la feria de Basilea de 1980 a 1985; en «Espace Rhénan» en Saverne en 1982 y en «Sélest’Art» en 1985. Tras su primera exposición individual en el Institut français de Milán en 1975, la obra de Krieger se exhibió en exposiciones en el Goethe Institut de Lille (1976), la galería Les Idées et les Arts de Estrasburgo (1977), la galería Icare de Estrasburgo (1979), el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Estrasburgo (1984), la galería AMC de Mulhouse (1985), la galería Zimmermann de Vieux-Brisach (1991) y, periódicamente — casi cada dos años — en la galería Schindler de Berna y en las galerías suizas de Ginebra (1981) y Lucerna (1982). Expuso asimsmo en la galería Hoffmann de Erlangen (1984), el Museo Haus Loëwenberg de Gengenbach (1989) y en las galerías de arte de Lahr (1988), Karlsruhe (1990) y Vieux-Brisach (1991). También presentó su obra en el Museo Nérima de Tokio y en el Darumaya-Seibu Fukui de Japón (1990 y 1991).
