Nino Ruju nació en Vomero en 1923. Se formó en la Academia de Bellas Artes de Nápoles con Vincenzo Ciardo, Manlio Giarrizzo y Antonio Bresciani. Desde el punto de vista estilístico, su obra pasó por el impresionismo, el naturalismo y la vanguardia europea hasta que dio con un punto de inflexión en su carrera: la pintura digital videográfica.
Pintor figurativo durante muchos años, el avance tecnológico de Ruju lo llevó a adoptar los gráficos de vídeo y, posteriormente, la codificación. Sustituyó el pincel por el ratón, la pincelada por el píxel y el lienzo por la pantalla. El artista explica su bautismo tecnológico de la siguiente manera: «Después de muchas experiencias pictóricas que van de lo figurativo a lo informal, pasando por el arte objetivo y abstracto, al igual que con otras expresiones pictóricas, me fascinó el arte digital. […]. Mi trabajo se centra en la pintura digital videográfica, ya que a través de esta nueva tecnología soy capaz de impulsarme hacia un producto creativo que produce una gran emoción sin caer nunca en lo banal».
Al digitalizar el gesto, resulta un tanto irónico que Ruju se fije en la mano humana como tema de interés cultural, como lenguaje geográfico propio que difiere de un lugar a otro y existe por derecho propio.
Nino Ruju falleció en 2015.
