Pavlos Dionyssopoulos nació en Filiatra en 1930. De niño empezó a esbozar su entorno y las personas que lo poblaban. Tras estudiar en la Academia de Bellas Artes de Atenas (AFSA) de 1949 a 1953, se desplazó a París con una beca estatal para asistir a la Académie de la Grande Chaumière. El viaje le proporcionó acceso a museos y galerías, y proximidad a otros importantes centros del arte contemporáneo, lo que amplió sus horizontes artísticos.
De regreso a Atenas, trabaja en publicidad y teatro antes de viajar de nuevo a la capital francesa en 1958, en esta ocasión gracias a una beca estatal griega de 3 años. Asentado en la Ciudad de la Luz, trabó amistad con Pierre Restany y los Nuevos Realistas, junto a los que expuso su trabajo con ocasión del Salón de este movimiento celebrado en 1963. Dionyssopoulos también hizo amistad con Raymond Haynes y frecuentó a figuras como Giacometti y Dubuffet. Este nuevo círculo le ayudó a reconocer el potencial artístico de materiales cotidianos baratos, como el papel, los panfletos, los carteles y los folletos publicitarios. Estos se convierten en sus principales herramientas, cortados en finas tiras, explorando el tema de la comunicación de masas a través de productos producidos en masa para promover el consumo masivo. Los bienes de consumo que se anuncian en sus materiales transformados acaban encontrando su camino en su obra, en la que emplea, por ejemplo, camisas, corbatas o calcetines representados en forma de espiral, como si se tratara de una especie de vórtice.
El año de 1966 marcó una transición metodológica para Dionyssopoulos. La pintura había quedado atrás, y los volúmenes de papel plegados constituían su apuesta para el futuro. Su trabajo se centró en improvisados corsés, latas y sándwiches envueltos en cajas de plexiglás, con combinaciones cada vez más atrevidas de material y color. Posteriormente pasó de los objetos a los entornos completos, cuyas iteraciones ulteriores brindaron incluso la posibilidad de participar a los espectadores.
Este corpus generó oportunidades para Dionyssopoulos en la escena del arte contemporáneo. Primero lo condujo a Estados Unidos, donde dejó huella de inmediato, mostrando trabajo en la Fischbach Gallery en 1967. Al año siguiente, su primera instalación monumental encontró acomodo en la Ileana Sonnabend Gallery de París. En 1979 tuvo lugar en Atenas una exposición individual nacional, de la que se hizo eco a toda página la revista Vogue, mientras que, en una fecha tan temprana como 1972, el Kunstverein de Hannover ya había organizado una primera retrospectiva internacional. Se exhibieron obras originales participativas para la ocasión. El artista representó a su país en la Bienal de Venecia de 1980. Grecia disfrutó de una retrospectiva itinerante en 1997, inicialmente en Salónica en el Museo Macedonio de Arte Contemporáneo, que también se presentó en Atenas en la ASFA Factory. Su obra de arte, Football players se encuentra instalada de manera permanente en la estación de Omonia del metro de Atenas.
Dionyssopoulos falleció en 2019.
