Petr Pastrňák nació en Frýdek-Místek, en 1962. Se graduó en la Academia de Praga (AVU Praga, 1990-1996) tras la Revolución de Terciopelo, y se formó en los talleres de Milán Knížák (1990-1992), Michal Bielický (1992-1994) y Jiří David (1994-1996). A pesar de rezagarse relativamente en su llegada al mundo del arte, su paciencia y su pasión por esta actividad destacaron sobremanera. Durante este periodo, el aspirante a artista trató de aprender todo lo posible: diseño, soldadura y videoarte entre otras disciplinas, aunque consciente en todo momento de que, en última instancia, trataría de vivir de la pintura.
Temáticamente, los paisajes, específicamente los paisajes forestales, sirvieron de inspiración para Pastrňák y le despertaron una continua curiosidad. El artista recuerda que, de adolescente, admiraba las pinturas de famosos paisajistas checos del siglo 19o, como Mařák y Čordák. Más adelante, como una especie de desafío, se animó a copiar la representación del interior de un bosque de Mařák. Y aunque su pintura muestra claramente tendencias abstractas y ha pasado por etapas más pragmáticas -como cuando produjo una serie de diapositivas educativas preparadas para centros escolares en la década de 1970 – , centrándose también en autorretratos, retratos y representaciones de simbolismo cultural, Pastrňák finalmente regresó a los bosques a través del pincel y el lienzo. Los bosques, como afirma el artista, permiten pasar de la abstracción a la figuración, y viceversa, con relativa facilidad, y al tiempo abordar la estética espiritual y mitológica.
Este último tema va de la mano de un reciente cambio metodológico, en el que los trabajos continuos y la inspiración se han optimizado y concentrado en una actividad muy específica. Tal evolución gradual vino acompañada de un cambio contextual, cuando hace unos años Pastrňák comenzó a viajar a la India para trabajar. Este enfoque renovado, influido por la filosofía zen, se caracteriza por la transitoriedad, y por la creación a través de uno mismo o de los medios de meditación. Sus intereses actuales radican en estos ámbitos. El acto de pintar se articula en ciclos de una semana de duración, concluidos en un esfuerzo culminante, espontáneo, alegre y casi subconsciente. Para alcanzar tal estado, se establecen todos los parámetros al inicio: se visualizan colores y herramientas (a través de breves periodos de sueño meditativos) y, posteriormente, se hacen presentes con muy poco pensamiento consciente. El resultado, la imagen pintada, se valora como un rastro, una constante que permanecerá.
Las exposiciones individuales de Pastrňák en el siglo XXI incluyen: Hořící lesy, Galerie Václava Špály, Praga (2011); Obrazy a krajiny, Oblastní Galerie Vysočiny, Jihlava (2009); Z ateliéru, Prinz Prager Gallery, Praga (2008); Obrazy, Galerie Ad Astra, Praga (2008); Petr Pastrňák Obrazy, Galerie Senzor, Praga (2007); Ve větru, Galerie Felixe Jeneweina, Kutná Hora (2007); Obrazy 1996-2006, Městská Galerie, Blansko (2007); Obrazy malované válečkem, VOXART, Praga (2006); Lesy a krajiny, Galerie Beseda, Ostrava (2006); Krajiny, Galerie České pojišťovny, Praga (2006); Lesy, Galerie Kavárny Louvre, Praga (2005); Galerie ARS, Brno (2004); Galerie Chobot, Viena (2003); Galerie Na Bidýlku, Brno (2003); společně s J. Špaňhelem, Credite Anstalt, Praga (2001); společně s J. Špaňhelem, MXM, Praga (2001); Městská Galerie, Šternberk (2000); Galerie Malá Špálovka, Praga (2000); Galerie MXM, Praga (2000).
Pastrňák vive y trabaja entre Praga e India.
