Rafael Úbeda Piñeiro nació en Pontevedra en 1932. Desde muy joven se mostró prometedor en el campo de la música y la pintura, por lo que comenzó a estudiar pintura de caballete, pintura mural y grabado en el instituto. Tras realizar trabajos personales de cartelería y escenografía y unirse a la Orquesta Sinfónica de Pontevedra como violinista, se matriculó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid en 1956, en la especialidad de Pintura, Grabado y Mural. Tras su graduación en 1961, se trasladó a los Países Bajos para estudiar en la Academia de Arte y Diseño St. Joost (1963-1964), al tiempo que aprendía técnicas relacionadas con el cálculo. Su habilidad le llevó a integrar el grupo local de grabado Luis y a exponer junto a sus miembros en Utrecht, Spakenburg y Breda, en los Países Bajos. Paralelamente a sus cursos académicos, trabajó en el taller de Flip Van der Burgt en Ámsterdam, donde fue invitado a formar parte del grupo de artistas grabadores ZEBRA. Más adelante, se doctoró en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, donde estudió cómo la sinestesia sonido-color puede influir en el arte.
En 1967 fue seleccionado en Milán para pintar un gran mural en la Basílica de la Anunciación de Nazaret (Israel). Por esta razón, pasó una temporada en Italia para mejorar su pintura. Esta primera experiencia con murales a gran escala marcó un nuevo camino en su carrera. De hecho, a su regreso a España, realizó nuevos murales en la isla de A Toxa (O Grove) y en el Santuario de la Virgen de los Milagros de Amil (Moraña) (1978).
Puede decirse que Úbeda es un artista polifacético. Sus primeros paisajes adoptan una paleta de colores propios del fovismo. Tras su estancia en Italia, su estilo derivó hacia una geometría estructural con un giro poscubista y un cromatismo cálido. Este período constituyó un paso importante y necesario hacia su estilo actual y definitivo, completamente expresionista con una inclinación geométrica y un toque irónico. El dinamismo de su pintura proviene de una cultivada explosión de color y movimiento. Sus creaciones muestran un énfasis deliberado y altamente expresivo en la deformación. Al igual que su arte, sus influencias son polifacéticas, desde las ilustraciones prerrománicas de los Beatos de Liébana y Grünewald, hasta maestros modernos como Van Gogh, Picasso y Bacon.
Las últimas etapas de su carrera estuvieron marcadas por una prolífica trayectoria como profesor de dibujo y pintura en diversas instituciones: en institutos de enseñanza secundaria de Pontevedra, Canarias y Madrid; en la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi; en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid; en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna en Tenerife; en la Escuela Nacional de Artes Gráficas de Barcelona y en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra.
A lo largo de su carrera, Úbeda ha disfrutado de varias retrospectivas en Santiago de Compostela (1989); A Coruña; Pontevedra, en dos ocasiones, una dedicada a la pintura y otra a la obra gráfica; el Centro Cultural de Caixavigo en A Coruña; y la Xunta de Galicia en Madrid.
