Sanja Iveković nació en Zagreb en 1949. Después de graduarse de la Academia de Bellas Artes de Zagreb en 1971, se convirtió en uno de los principales miembros de la Nueva Práctica Artística como la primera artista en abordar explícitamente la causa feminista y las teorías afines, primero en la escena artística yugoslava y posteriormente en la croata. En su primera exposición individual, que tuvo lugar en 1970 cuando Iveković era aún un estudiante, se utilizaron tubos de colores reactivos para mostrar destellos de los procesos de escenografía interactiva que se convertirían en un elemento de referencia de su práctica. Con independencia del medio -fotografía, videoarte, collages, manipulaciones de imágenes o intervenciones públicas directas y performances-, desafiar los statu quo sociales injustos constituye una tarea esencial de su práctica artística mundialmente aclamada. Enseñó filosofía en la Universidad de Zagreb entre 1975 y 1991, y posteriormente en la Universidad Paris 8 de Vincennes-Saint-Denis de 1992 a 2003, antes de ejercer como directora del programa de la Escuela Internacional de Filosofía de París de 2004 a 2010.
En 1978, consciente del impulso intelectual subyacente a su generación y a ella misma, Iveković cofundó la Galería Podroom con su compatriota Dalibor Martinis (otro artista plástico feminista) para proporcionar un centro de referencia a sus colegas creativos.
El feminismo ocupa un lugar central en el corpus de Iveković. Su obra expone, cuestiona y contextualiza la representación de las mujeres, su lugar en la sociedad (comunista o capitalista), su condición de iconos en los medios de comunicación, su cosificación asociada y la violencia a la que son sometidas. Desde 1989, ha documentado de manera detenida y crítica cómo han evolucionado estos temas desde la caída del régimen comunista hasta el surgimiento del orden capitalista.
Sweet Violence (1974) utiliza imágenes del programa de propaganda económica para analizar la paradoja del Estado yugoslavo, que se posicionó contra el totalitarismo fascista, adoptando al tiempo estructuras autoritarias que evolucionaron hacia lo que a menudo se describe como «consumismo utópico».
Double Life (1975) y Bitter Life (1975–1976) yuxtaponen imágenes de medios de comunicación con fotografías personales en un intento por comparar y contrastar las esferas pública y privada. En la performance Triangle (1979), Iveković simuló una masturbación en un balcón durante la visita oficial de Tito a Zagreb, hasta que la policía llamó a su puerta. La actuación se convirtió entonces en una instalación compuesta por cuatro fotografías y una nota explicativa. Los estereotipos sexistas, ya sea en televisión o en medios impresos, se diseccionan en General Alert: Soap Opera (1995), Paper Women (1976–1977) y Make Up-Make Down (1978). Iveković analiza cómo las políticas influyen en la memoria colectiva en Personal Cuts (1982), una serie que destaca lo que está en juego en la democracia.
A partir del decenio de 2000, Iveković ha seguido trabajando en esta memoria colectiva en Gen XX (1997-2001) y en The Nada Dimić File (2000-2002), dos series dedicadas a las mujeres que participaron en las actividades de resistencia de Croacia contra los nazis, pero cuyos nombres han sido olvidados por la historia.
El reconocimiento de sus aportaciones artísticas culminó en 2012, cuando fue objeto de dos retrospectivas consecutivas, primero en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, y posteriormente en el Grand Duke Jean Museum of Modern Art (Mudam) de Luxemburgo.