Siegfried Rischar nació en Aschaffenburg en 1924. A pesar de mostrar una aptitud para el arte desde sus primeros días de escuela, un contexto problemático dio lugar a que sus talentos permanecieran inactivos. Durante la Segunda Guerra Mundial, el futuro artista sirvió en la marina. A pesar de la responsabilidad y el estrés, encontró momentos para la creatividad, ilustrando el diario del capitán con dibujos y frecuentando las escuelas de dibujo de Riga y Gotenhafen (hoy Gdynia en Polonia) como alumno invitado. En 1948, después de numerosos aplazamientos, se matriculó como estudiante en la Academia de Bellas Artes de Frankfurt, pero tuvo que abandonar sus estudios debido a dificultades económicas. De todos modos, canalizó su impulso artístico como artista gráfico y decorador jefe en unos grandes almacenes en su Aschaffenburg natal.
La profesionalización definitiva llegó en 1958. A partir de ese momento, se dedicó plenamente a su oficio y se ganó la vida con su arte. Retomó su formación autodidacta en forma de viajes de estudio (EE.UU., India, Canadá, Alaska, Grecia, Italia y Yugoslavia), cuya influencia se manifestó en las obras creadas en cada uno de estos períodos. Estilísticamente, la obra de Rischar está influenciada por el simbolismo y el art nouveau, pero evolucionó hasta convertirse en un surrealismo de marca propia, basado en fuentes literarias y mitológicas. Parcialmente etéreas, gran parte de sus obras recogen secuencias propias de una pesadilla e impregnadas de una sensación de amenaza y temor.
Hacia los últimos años de su carrera, su lenguaje personal y su paleta se iluminaron y aligeraron, a pesar de que los objetos representados fueron adquiriendo un tono más íntimamente revelador o mayor carga política.
Gran parte de su obra corresponde a encargos en edificios seculares y eclesiásticos, pinturas en fachadas y frisos murales, que le proporcionaron un medio de vida en tiempos difíciles.
A lo largo de su carrera, recibió las siguientes distinciones: Premio de Cultura de la Ciudad de Aschaffenburg (2001), y Premio de Arte de los Clubes de Leones de Múnich (2008).
Rischar falleció en 2009. Tras su muerte, su hijo, el escultor Otto Gentil, tomó posesión del estudio de su padre.
