Stefan Gierowski nació en Częstochowa en 1925. El futuro artista nació en un entorno estimulantes: una familia de intelectuales con intereses artísticos; desde su padre Józef, un enamorado de la pintura, hasta su tío Antoni, que realizó una carrera de dibujante en el siglo XIX. A pesar de la pronta predisposición para el arte, el estallido de la Segunda Guerra Mundial impidió a Gierowski explorar de inmediato su talento. Siguiendo los pasos de su madre Stefania, el joven Gierowski se adhirió a la Unión de Lucha Armada y, después, al Ejército Nacional, participando en actividades subterráneas con el apodo «Hubert». En estos círculos subterráneos recibió su primera formación artística en 1941, a los 16 años, con Andrzej Oleś. Esta primera experiencia fue cortada de raíz debido al traslado del artista a la Inspección de Częstochowa, pero le siguieron varios cursos impartidos por diversos artistas polacos.
Tras la disolución del Ejército Nacional, Gierowski se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Cracovia (1945-1948) y en la Facultad de Historia del Arte de la Universidad de Jagiellonia. Estos cursos complementarios ampliaron la perspectiva de Gierowski y le hicieron descubrir todos los aspectos de la modernidad. Esta suma de experiencias también le acercó a la nueva y joven generación artística polaca, entre los que figuran Jerzy Panek, Zbigniew Grzybowski, Stansiław Wójcik y Andrzej Wróblewski. Esta red se extiende a las colaboraciones con instituciones y agentes culturales, como el semanario socioliterario Wieś, del que Gierowski se convertiría en editor técnico en 1949. Durante este período, el artista ilustró libros para sus amigos y presentó su obra temprana en exposiciones, haciéndose un nombre paso a paso.
La verdadera aparición de Gierowski en la escena artística se produjo en 1955 con su participación en la Exposición Nacional de Arte Joven «Against War – Against Fascism», que tuvo lugar en el Warsaw’s Arsenal y puso de relieve a toda una generación polaca que se oponía a la hegemonía estética del realismo socialista. Los artistas junto a los que Gierowski expuso su obra se convirtieron en amigos para toda la vida.
1957 marcó un punto de inflexión para Gierowski. La visibilidad ofrecida por la exposición de Arte Joven allanó el camino para su primera colaboración con la galería Krzywe Koło y el inicio de una importante asociación. Gierowski también fue elegido secretario de la Asamblea General de Delegados de Distrito de la Asociación Polaca de Artistas y Diseñadores. Desde el punto de vista artístico, el año marcó el inicio de la serie Paintings de Gierowski, cada obra con un número romano. La serie se ha convertido en una piedra angular de la obra del artista. Aunque están inspiradas en algunos movimientos de la era, las obras no se adhieren a las normas de ninguna era. Más bien, se centran en los fundamentos de la pintura: luz, color y posición.
En 1962, Gierowski asumió el cargo de profesor en la Academia de Bellas Artes de Varsovia, donde entre 1975 y 1981 trabajó como decano de la Facultad de Pintura. En 1965 abrió un estudio de enseñanza privado. Su método pedagógico es un método de amistad y apertura. Esta humilde iniciativa vio graduarse a más de cien artistas en un período de diez años, incluidos nombres destacados en el arte contemporáneo polaco como Marian Czapla, Krzysztof Wachowiak, Jarosław Modzelewski y Marek Sobczyk (ambos miembros de Gruppa), Ryszard Woźniak, Włodzimierz Pawlak, Tomasz Milanowski, Antoni Starowieyski y Jerzy Kalina.
Gierowski representó a Polonia en la 1ª Bienal de la Juventud de París (1959), la 5.ª Bienal Internacional de Arte Contemporáneo en São Paulo (1959) y 15 Polish Painters en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (1961). Sus contribuciones al arte y la cultura han sido reconocidas con varios premios: el Premio Jan Cybis (1980); la Cruz de Caballero de la Orden Polonia Restituta (1997); el Premio Kazimierz Ostrowski (2005), y la medalla de oro al Mérito Cultural —Gloria Artis (2005).
