Svetozár Ilavský nació en Bratislava en 1958. Estudió pintura monumental en la Academia de Bellas Artes y Diseño de su ciudad natal entre 1979 y 1985. Allí desarrolló su arsenal artístico, que incluye la pintura, el dibujo, el diseño gráfico, la escultura, la arquitectura, la escenografía y los proyectos multimedia, especialmente en relación con la música electroacústica. En general, le inspiran enormemente la composición musical y quienes experimentan con ella (como John Cage). A pesar de aprovechar este entorno enriquecedor, Ilavský se describe a sí mismo, fundamentalmente, como autodidacta.
A través de sus experimentaciones, junto con Laco Teren, Ivan Csudai y Stano Bubán, Ilavský participó en la emergencia de prácticas postmodernas en Eslovaquia, más concretamente en la transvanguardia que, al igual que el movimiento de los Junge Wilde (jóvenes salvajes) en Alemania, volvió a centrarse en los medios artísticos para poner en cuestión las lecciones del conceptualismo. Aunque su corpus no es de los que gozaron de mayor visibilidad en la época, ahora figura entre los más recordados. La intuición y la improvisación desempeñan un importante papel metodológico en el proceso creativo de Ilavský. Las obras de arte y sus orientaciones se alimentan entre sí, se construyen o se desvían de una manera orgánica que Ilavský no pretende controlar en exceso. Ha dividido el corpus resultante en varias subsecciones: WHEN I AM ALONE AT HOME – PLEONASMUS – PARTITIONS AND INTERMEDIA PROJECTS – CHRISTOLOGICAL THEMES, PER PENDERECKY – CREATION FOR ARCHITECTURE (Cuando estoy solo en casa, Pleonasmos, Particiones y proyectos intermediáticos, Temas cristológicos, por Penderecky, Creación para la arquitectura). Ha utilizado el equilibrio, o la ausencia del mismo, como principio subyacente a lo largo de su carrera artística.
En términos de escala, a Ilavský le fascinan los formatos monumentales y utiliza regularmente andamios para pintar. El gigantismo le permite reapropiarse, y quizá incluso dominar, de espacios expositivos en galerías y museos donde las piezas pequeñas, en su opinión, se ahogan entre tanto blanco.
Un encargo público tristemente célebre y ligeramente controvertido, en el que se representaba a Julius Satinský, constituye el principal legado de Ilavský en su ciudad natal de Bratislava. La obra, una brillante representación abstracta, se ha interpretado sobre todo como un vehículo rodado, ya sea una bicicleta o una motocicleta, aunque Ilavský la ha descrito como «una mesa que camina con un mantel plegado, sobre la que se construye un busto de Julius Satinský».
Ha realizado exposiciones individuales en varias ciudades, entre las que figuran: Bratislava (1986, 1987, 1988, 1990, 1991, 1993, 1995, 1998, 2002, 2006 y 2008), Viena (1990), Praga (1991 y 1997), Fráncfort del Meno (1991), Múnich (1991) y Tenerife, Canarias, España (1992 y 1995).
Ilavský trabaja y reside en Cífer, Eslovaquia.
