Vic Gentils nació en Ilfracombe en 1919. Estudió en la Antwerpse Koninklijke Academie voor Schone Kunsten entre 1934 y 1938, ultimando su formación en el Hoger Instituut de la misma academia entre 1940 y 1942. A Gentils, a menudo encasillado como surrealista, le interesaban diversas tendencias que marcaron el siglo XX: expresionismo, informalismo, neosurrealismo, nuevo realismo belga. Su participación en la escena artística explica su papel fundacional en el grupo G-58, que cofundó con el también artista belga Pol Mara.
Su conocimiento de las prácticas de vanguardia nacionales e internacionales ayudó a Gentils a posicionarse en esta rica tradición. De hecho, una obra de arte en particular consolidó su lugar en la historia del arte belga. Tras abandonar la pintura por la escultura, Gentils no olvidó a los pintores a los que Bélgica debía su legado cultural reciente. Relieves inspirados por Louise Nevelson comenzaron a poblar su obra. Era un gran admirador de la madera, y no dudó en reutilizar las piezas más inesperadas de este material, como partes de pianos, patas de sillas y mesas y moldes de sombrero.
En 1984 creó una reinterpretación tridimensional de un grabado de 1889 del célebre artista James Ensor, titulado Ensor et ses squelettes veulent se chauffer. Al incorporar su humor oscuro que induce a la sonrisa (y que compartió con Ensor), Gentils logró transmitir su propia personalidad y sensibilidad en lo que constituye en última instancia una obra de homenaje. A partir de ese momento, este aspecto burlón de su obra se convirtió en su firma.
Gentils fue designado oficial de la Orden de Leopoldo y Caballero de la Orden de la Corona. En 1993 fue nombrado caballero por el rey Alberto II.
Gentils falleció en Aalst en 1997.
