Willie Doherty nació en Derry en 1959. Cuando estudiaba en Ulster Plytechnic en Belfast entre 1978 y 1981, Doherty se interesó por el arte fotográfico y el videoarte que subvierte la naturaleza documental del medio. Tras ser testigo de los acontecimientos del Domingo Sangriento en Derry cuando era niño, lo que el artista busca documentar es la evolución de la memoria colectiva relacionada con el conflicto norirlandés.
Su obra temprana interrelaciona imágenes y lenguaje (palabras o frases) para ilustrar la flexibilidad escurridiza del significado y cómo una fuente de información puede aclarar, confirmar, confundir, contradecir o negar otra. A través de asociaciones paradójicas, Doherty cuestiona lo que se recuerda, cómo y por qué. En su obra reciente, su práctica pone en cuestión si la historia sirve para algo, si se aprende algo para retenerlo hasta el punto de informar significativamente el presente o el futuro. Cuestionar el impacto histórico del dolor y el sufrimiento es una investigación artística tan escalofriante como relevante.
Este enfoque lo ha acentuado con un documental de vídeo estético, narrado para hacer que el espectador sea plenamente consciente de la complejidad del recuerdo. La puesta en escena es un componente importante de la propia obra de arte, que toma prestada la experiencia del cine negro para infundir, en ocasiones, sensaciones de ansiedad o claustrofobia. En los últimos tiempos, ha conseguido este efecto de tragedia lúgubre e inminente mediante monólogos con voz en off (escritos por el artista, pero interpretados por profesionales).
Con independencia del medio, Doherty cuestiona (a veces, literalmente) nuestra capacidad para recordar, nuestra memoria colectiva y su fiabilidad, sobre todo en relación con los contextos sociopolíticos. El desacuerdo, el absurdo o el azar desafían la objetividad y la verdad, superponiéndose de manera efectiva. No todo es desilusión, sin embargo. A través del arte, Doherty alimenta el diálogo y, a través de él, la reminiscencia, que quizá sea subjetiva, pero con suerte será también curativa.
Sus últimas exposiciones incluyen «Where/Dove», Fondazione Modena Arti Visive, Módena, Italia (2020); «ENDLESS», Kerlin Gallery, Online Viewing Room (2020); «Shaping Ireland: Landscapes in Irish Art», National Gallery of Ireland, Dublín (2019); «An American City», FRONT International: Trienal de Arte Contemporáneo de Cleveland (2018); «Truth: 24 frames per second», Dallas Museum of Art (2017); «Remains», Art Sonje, Seúl (2017); «Remains», Irish Museum of Modern Art, Dublín (2016); «Again and Again», CAM – Fundação Gulbenkian, Lisboa (2015) y «UNSEEN», Museum De Pont, Tilburgo (2014) y «documenta» (13), Kassel, Alemania (2012).
También ha sido nominado en dos ocasiones al Premio Turner, ha expuesto en Art Basel (2013), ha protagonizado una retrospectiva internacional en el Kunstverein de Hamburgo y en el Lenbachhaus de Múnich (2007), y ha representado a Irlanda del Norte en la 52ª Bienal de Venecia (2007).
En la actualidad sigue viviendo y trabajando en Derry, el lugar que ha supuesto el inicio y el núcleo de su trabajo artístico.
