Daisy

Pedro Proenca, que cursó estudios en la Academia de Bellas Artes de Lisboa, es una figura rebelde que quiso sacudir el statu quo artístico del Portugal de los ochenta. Con tal fin, fundó en 1982 el Movimiento Homeostético, un intento metacrítico de revolucionar el propio arte. De ahí el sentido fundamental de parodia que transmite el arte de Proenca. Sus imágenes forman un depósito de sabotaje cultural, extraídas con idéntico entusiasmo de la historia del arte occidental y la literatura griega como de Oriente y lo primitivo. Su imaginativo mundo está poblados por hombres y animales alegóricos. No obstante, las alegorías de Proenca son más que comedia. Suponen también un intento serio de transformar una difícil realidad mediante procesos de metamorfosis. Su obra, ecléctica y simbólica, parece situada en un mundo de delirio. El sueño construido por esta sensual imaginería representa una realidad alternativa donde se suceden capas de alegoría, inventiva histórica y mitología personal. En este sentido, algunas de sus obras se acercan al ámbito de la caricatura, de donde, en efecto, toman prestados ciertos leitmotivs, como puede observarse en Daisy.